viernes, 8 de octubre de 2010

Tengo Miedo a Crecer


 “El significado de la vida no es la seguridad, las grandes oportunidades son riesgosas.” Shirley Hufstedler
Tengo miedo a crecer es una afirmación que muchos de nosotros en algún momento de nuestras vidas llegamos a decirla, y sobre todo cuando estamos viviendo en caos, cuando vemos que nuestra vida se desmorona, cuando nuestros sueños se vuelven inalcanzables, son esos momentos cuando comenzamos a añorar ser niños, porque pensamos que los problemas no existen. Esa es una historia que te cuentas para no entrar en caos.
Nos olvidamos que el caos también representa una fuente de oportunidades para crecer, la clave es buscar esos momentos que me permitan ver que vale la pena vivir.
¿Puedes identificar esos momentos de pánico? ¿Cuál es la historia que te dices para no crecer?
Es fácil contar la historia  de la crisis:
“Mi matrimonio o mi relación está en crisis…necesito amor”
“No tengo trabajo…necesito dinero”
“Si tuviera tiempo, pero a esta edad creo que es demasiado tarde”
“Quiero cambiar mi manera de ser pero…”
Tú puedes escribir la tuya y te darás cuenta que en ti hay una necesidad, todos tenemos necesidades que queremos cubrir, la de sentirnos amados, protegidos, valorados, afirmados, respetados, plenos.
¿Cuál es tu necesidad hoy? Escribe esa necesidad que tienes pero que no puedes alcanzar porque tienes miedo.El miedo te ha paralizado, y ha llenado tu corazón de dudas y temores y te dices mejor me quedo así y no hago nada, nunca lo voy a lograr o quizás  la historia que te cuentes es que ya lo has intentado todo y nada has logrado, y llegas a la conclusión de: ¿Para qué arriesgarse? Al fin y al cabo nos vamos a morir, creo que me tocó vivir así, que cuando Dios estaba haciendo los planes de bienestar para mí se extraviaron en el camino.
Patty Hansen, coautura del libro “Sopa de pollo para el alma” escribió la siguiente historia que nos habla acerca del correr riesgos.
Dos semillas están juntas en la tierra fértil.
La primera semilla dijo:   “Quiero crecer! Quiero que mis raíces lleguen muy abajo en la tierra y que mis retoños rompan la corteza que tengo arriba… Quiero desplegar mis tiernos brotes como banderas para anunciar la llegada de la primavera… Quiero sentir el calor del sol en mi cara y la bendición del rocío matinal en mis pétalos.”
Y entonces creció.
La segunda semilla dijo: “Tengo miedo. Si dejo que mis raíces vayan hacia abajo, no sé qué encontraré en la oscuridad. Si me abro camino a través de la tierra dura que tengo encima puedo dañar mis delicados retoños… ¿Y si dejo que mis brotes se abran y una serpiente trata de comerlos? Además, si abriera mis pimpollos, tal vez un niño pequeño me arranque de la tierra. No, me conviene esperar hasta que sea seguro.”
Y entonces esperó.
Un ave que andaba dando vueltas por el lugar en busca de comida, encontró la semilla que esperaba y enseguida se la tragó.
Aquí encontramos una lección de vida y que los no corren riesgos no pueden crecer. Si quieres crecer tienes que tomar acción sobre tu vida empezando con un cambio de pensamiento. Y quiero invitarte a que te cuentes una historia  en el día de hoy.
Imagina lo bueno que Dios tiene para ti, comienza a verte alcanzando esos planes que Él diseño para ti, siente tus emociones, escribe las cosas que harás para alcanzarlos y ponte en acción. No dejes que la vida te trague.
La vida te fue dada para que la vivas y la mejor manera para vencer tus miedos es el amor.
Toma hoy el riesgo de amar, dar, servir, disfrutar y vivir. Hoy es el mejor día para ver las oportunidades y contar las bendiciones que tienes. Hoy es el mejor día para crecer.

Tomado del autor Pedro Sifontes, escritor de este artículo 
Bibliografía:
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com

Me toco crecer


Una amiga que se encontraba destrozada por el rompimiento con su novio, me dijo una vez: como quisiera ser niña otra vez, cuando solo me preocupaba en los cachitos que mi mamá me haría de peinado, la lonchera y las golosinas que llevaría ahí a clases, ¿por qué tuve que crecer?, una contestación a lo que ella decía, es que ella tenía que crecer para aprender y ser mejor en la vida. Lo mejor en la vida no viene en paquetes grandes, sino en pequeñas porciones que a veces pasan por desapercibidas y cuanto más vamos creciendo y madurando nos damos cuenta de todas las pequeñas cosas que no supimos valorar; por temor, hay cosas que no se aprovecho en el momento que debían ser producidas y nos la pasamos lamentándonos sin darnos cuenta de que todavía tenemos tiempo para valorar, vivir, pedir perdón, comenzar de nuevo, disciplinarnos para ser mejores, estudiar y la lista no terminaría, si en esta vida tenemos un 90% para vivir ¿cuánto de porciento ya has vivido? Y quizás todavía no has realizado tus sueños; si estás en un 15% o 15 años, si estás en un 30% o 30 años y piensas que tu vida es hasta ese momento y no existe más allá que todo está dicho y así te toco vivir, dejemos el pasado para el pasado y los años también, demos un sentido a nuestra vida no pienses que así te toco y punto, lo mejor es para el presente y lo mega mejor para el futuro si Dios está de tu lado y en tú delante.

Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

Eclesiastés 9:10             

Escrito por Daniela Vinueza

jueves, 30 de septiembre de 2010

Mi vida es como un refrigerador

En mi casa soy la encargada de revisar las cosas que están dentro del refrigerador, entre las cosas que hay que inspeccionar se encuentran aquellas cosas que están ya por podrirse, la que están dañadas, las que tienen que ser consumidas antes o de lo contario podrían causar problemas de malos olores y muchas consecuencias más; hay cosas que están ahí mucho tiempo pero no emiten ningún olor y como están muy al fondo no se las puede observar mucho, pero están ahí. Ahora si consideras una metáfora la refri con tu vida, hay muchas cosas mal olientes, podridas, y que ya no apestan por el mucho tiempo que llevan ahí; sentimientos que están dentro de nuestro corazón, pero no queremos sacarlos, los tenemos guardados, y queremos que sigan ahí hasta el momento oportuno de sacarlos frente a quien lo coloco ahí. Llegan los roses, pleitos, resentimientos, con la persona que deposito algo en la mente y el corazón, de ahí que tus pensamientos mandan a tus sentimientos, que te parece si hoy empiezas a revisar la refrigeradora de tu vida y vas sacando todo aquello que no sirve, pero lo sacas, no lo arrinconas por ahí, lo sacas!! te liberas de eso, y lo olvidas. Sería muy bueno si constantemente revisas tus pensamientos y tú corazón, recuerda que así como es el corazón de una persona tal es la persona. ¿cómo está hoy tú corazón? Para los puros todo es puro ¿Cómo están hoy tus pensamientos?

Escrito por:

Daniela Vinueza Ramírez

¿Cómo Darle Sentido a Mi Trabajo?

“El que no hace con pasión, amor y diligencia su trabajo, es simplemente un desocupado.” Anónimo

Recuerdan el tema anterior de “buscando el trabajo de mis sueños” y los consejos que compartimos contigo para que encuentres el trabajo de tus sueños pues hoy hablaremos de ¿cómo darle sentido a mi trabajo?

¿Cómo darle sentido a mi trabajo?

¿Cómo disfrutar esas 8 horas diarias y sentirme que lo que he hecho tiene sentido para mí?

¿Cómo salir de la rutina del trabajo?

La clave para darle sentido a tu trabajo, ¿cómo? descubriendo tus pasiones. ¿Sabes qué es lo que te apasiona? La mayoría de las personas no lo saben, pero si saben lo que no les apasiona o no les gusta. Algunos tienen una idea superficial de lo que quieren, pero no van tras lo que desean por los temores o las creencias limitantes que mantienen en sus vidas.

Para descubrir cuáles son tus pasiones, te haré llegar algunas ideas pero es importante que tú puedas recordar tu infancia y te preguntes

¿Qué quería ser yo cuando niño?

¿Qué eras lo que más disfrutabas hacer?

Allí vas a encontrar muchas respuestas, probablemente algunos querían ser maestros, otros dibujantes, artistas, deportistas, músicos, mecánicos, presidentes, médicos, cocineros, astronautas, entre otras profesiones. Desde niño mostraste ciertas habilidades que fueron moldeando tu vida

¿Las recuerda?

¿Estás haciendo las cosas que querías ser cuando niño?

Tomate unos minutos y haz una lista de todas las cosas que te gustaba hacer, de esas cosas que te entusiasman y te dan energía al máximo.

“Nada grande en este mundo ha sido llevado a cabo sin la pasión”. George Hagel

La pasión es clave para lograr grandes cosas, la pasión te hace vibrar y le da vida a tus sueños, a tu matrimonio, a tu trabajo. La pasión fue lo que hizo que Jesús muriese en la cruz para salvarnos, la pasión fue lo que hizo al Apóstol Pablo entregar el evangelio a los gentiles, la pasión es entrega a tus creencias, la pasión nos da fuego por el éxito.

Los grandes inventos han sido realizados por gente apasionada, ellos saben en su corazón lo que quieren y están dispuestos a todo por alcanzar su destino. La gente apasionada no vive en la comodidad o en la resignación, viven aun para morir con tal de alcanzar sus sueños. Ellos generan nuevas realidades. Ellos eligen tomar responsabilidad sobre sus vidas. La pasión viene del corazón.

Algunas ideas para descubrir tu pasión:

  1. ¿Cuáles son las actividades que más te dan alegría? ¿Qué te emociona hacer?
  2. ¿Qué sacrificios estarías dispuesto/a para realizar con tal de alcanzar lo que deseas?
  3. ¿Qué harías si tuvieras el tiempo y el dinero, y supieras que no vas a fallar?
  4. ¿Cuáles son tus temas favoritos?

Hay otras preguntas, pero estas considero muy claves y lo siguiente que debes hacer es buscar a un amigo/a de confianza que te dé su opinión acerca de estas preguntas, y si esta persona puede verte haciendo lo que a ti te gusta.

¿Cómo te ve esta persona?

¿Puede ver en ti la pasión?

Si tienes pasión conquistarás lo que te propongas. Como le dijo el Apóstol Pablo a Timoteo: “Aviva el fuego del don de Dios.” Y la verdad es que Dios te ha dado talentos y habilidades para que tu vida tenga sentido y puedas disfrutar lo que haces.

Hoy es el mejor día para darle sentido a tus sueños, para darle sentido al trabajo que realizas.

Fuente:

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes

Coach Personal

info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com

Buscando el Trabajo de Mis Sueños


“Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.” Thomas Carlyle (Escritor e historiador británico, uno de los principales críticos de la Inglaterra de la reina Victoria)

Hay algunas personas que están buscando trabajos, otros están queriendo tener cambios ya que atraviesan por crisis. La realidad es que buscan el trabajo de sus sueños, y lo interesante es que muchos de ellos asocian el trabajo de sus sueños con algo que les dé estabilidad y la seguridad económica durante muchos años y que también les permita vivir sus últimos días tranquilos.

Cuando pensamos que el trabajo de mis sueños debe darme seguridad y estabilidad, estoy limitando todo mi potencial y todo mi talento, y a su vez eso me lleva a una vida de mediocridad e insatisfacción. El trabajo de tus sueños debe gustarte tanto de manera que no sientas que estás trabajando sino divirtiéndote.

Prepárate para las siguientes preguntas:

¿Estás satisfecho con tu trabajo actual?

¿Te gusta la empresa dónde trabajas?

¿Quieres encontrar el trabajo de tus sueños?

Quiero dejar contigo algunos consejos que te ayudaran:

1. No sigas buscando el trabajo de tus sueños. Tú debes crearlo, comienza a ver posibilidades de los lugares o ambientes donde te gustaría trabajar. ¿Qué cosas quieres ver en tu trabajo? ¿Cuál es tu parte para hacer esa realidad?

2. El trabajo de tus sueños debe estar alineado con tus valores y tu misión. Es muy importante que escribas tu visión y tu misión en esta tierra, no lo dejes para las empresas u organizaciones, tú también puedes empezar a escribir tu visión y misión para los días de tu vida. Cuando sabes a lo que has sido llamado a hacer, te vas a divertir. ¿Cuáles son tus valores? ¿Cuál es tu visión? ¿Hacia dónde te diriges? ¿Cuál es tu misión? ¿Cuál es tu forma de vida?

3. Atrévete a vencer tus miedos a la incertidumbre. Quita de tu vida los pensamientos de conformismo: “ese es el trabajo que encontré”, “nunca voy a conseguir el trabajo ideal…”, “bueno, al menos tengo un trabajo”. Esos pensamientos necesitan ser reemplazados con pensamientos ganadores. ¿Cómo son mis pensamientos acerca del trabajo que tengo o del que no tengo?

4. Se sabio, busca ayuda en personas que te aporten valor. Atrévete a preguntar cómo puedes ir de un buen trabajo al mejor trabajo. ¿Quién en mi red de relaciones puede ayudarme?

5. Nunca dejes de soñar, toma la iniciativa, planifica donde te gustaría trabajar o a que puesto te gustaría llegar, actúa y entrénate para llegar a la meta.

Podemos aprender de la hormiga:

“¡Anda, perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne; con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos.” Proverbios 6:6-8

¿Quién dice qué la hormiga no disfruta su trabajo?

Hoy es el mejor día para crear el trabajo de tus sueños, para comenzar a ver posibilidades y transformarlas en realidad.

Fuente:

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes

Coach Personal

info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com

viernes, 10 de septiembre de 2010

Sublime Misericordia y Gracia


Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo. Romanos 12:1
Un joven inglés quería recorrer el mundo por mar como lo había hecho su padre, pero la Armada Británica no lo aceptó. Terminó en África Occidental, trabajando para un tratante de esclavos, un «hombre malvado» según lo describió un escritor, mendigando comida para poder sobrevivir. Escapó de África y durante la travesía naufragó en medio de una tormenta. Casi se ahoga, pero después de ser rescatado, recordó las palabras de Tomás de Kempis en Imitación de Cristo, y clamó a Dios por su salvación. Años después, John Newton escribió un himno alabando a Dios por la «sublime gracia» que salvó a un desgraciado como él.
No todos hemos experimentado la profundidad de la maldad como la vio John Newton antes de ser salvo. O el rey Nabucodonosor, para el caso. Este último perdió su dignidad y su cordura —y afortunadamente también su orgullo— antes de recuperar el sentido de la vida (Daniel 4:33-37).Ya sea que vengamos de un pasado de maldad o rencor, nuestro pecado merece la misma respuesta a los ojos de Dios: la condenación. Y es solo por la sublime misericordia y gracia de Dios que podemos salvarnos de nosotros mismos.
Los receptores de la gracia de Dios son fáciles de reconocer a primera vista: son los que tienen una mirada de agradecimiento en los ojos y palabras de gratitud en los labios.
www.momentodecisivo.org.
Email: info@momentodecisivo.org
© 2007 Editorial Vida

EMPIECE A DAR VALOR A LOS DEMÁS



Del libro "El Lado Positivo del Fracaso" de JOHN C. MAXWELL
Cuando la gente piensa en ti, ¿se dice a sí misma: «Mi vida es mejor gracias a esa persona», o «Mi vida es peor debido a esa persona»? Su opinión probablemente responda la pregunta de si tú estás añadiendo valor a su vida.
Para tener éxito como persona, tú tienes que tratar de ayudar a otros. Eso es por lo que Zig Ziglar dice: «Usted podrá llegar a tener en la vida todo lo que desea si ayuda lo suficiente a otros para que ellos lleguen a tener todo lo que desean». ¿Cómo se logra eso? ¿Cómo dejar de preocuparse por uno mismo para empezar a preocuparse por los demás? Puedes hacerlo: ¿cómo?, pues escuchando de temporada y unos pequeños consejos que vamos a compartir contigo acerca de dar valor a los demás.

Las siguientes pautas tratan sobre dar valor a los demás, que es el tema de este sábado:

1. Poniendo a los demás primero en tus pensamientos
Cuando conoces a alguien, ¿es tu primer pensamiento sobre lo que van a pensar de ti o es tu primer pensamiento, cómo podrías hacerles sentir más cómodos? En el trabajo, ¿tratas de hacer que tus compañeros o tus empleados luzcan bien, o estás preocupado en asegurarse de recibir tu mensual? Cuando tú estás con miembros de la familia, ¿cuáles son los mejores intereses que tienes en mente?
Cuando llegas a conocer los valores de una persona, puedes añadirle otros.
Sus respuestas mostrarán dónde está su corazón. Para agregar valores a los demás tienes que empezar poniendo a los demás antes que a ti en tu mente y corazón. Si puedes hacerlo, entonces podrás ponerlos primero en tus acciones.

2. Descubra lo que los demás necesitan
¿Cómo podría alguien agregar valores a los de otras personas si no sabe de lo que aquellas personas tienen necesidad? Escuche a la gente. Pregúnteles por las cosas que son importantes para ellos, y obsérvelos. Si puede descubrir cómo la gente gasta su tiempo y su dinero, conocerá sus valores. Y cuando conozca sus valores, podrá añadirles más.

3. Satisfaga la necesidad con excelencia y generosidad
El paso final demanda acción concreta. Una vez que tu conozca las cosas que le interesan a las personas, esfuérzate por satisfacer sus necesidades con excelencia y generosidad. Ofrece lo mejor de ti sin pensar en la retribución.
Un ejemplo claro es la vida de John Wesley

DETRÁS DE TODO GRAN HOMBRE
Cuando pienso en algunas de las figuras notables de la historia que fueron capaces de ministrar a las necesidades de la gente y llevar a cabo un gran servicio, uno de los primeros que recuerdo es John Wesley, el inglés del siglo dieciocho que fundó el movimiento metodista. Él fue un líder que sirvió a Dios durante toda su vida con un espíritu generoso.
Pero hay alguien en su familia que fue aun más desinteresada que él y que, realmente, alcanzó sus objetivos a través de su servicio.

Esa persona fue la madre de John, Susana Wesley. La última de veinticuatro hijos nacida en 1669 en el seno de una familia londinense acomodada, la muy inteligente Susana fue la mascota de su padre, el clérigo Samuel Annesley. Aunque por lo general en la Inglaterra de aquellos tiempos no se daba a las hijas mujeres una educación formal, Susana recibió una instrucción excelente de su padre, quien le permitía permanecer en su estudio cuando muchos de los hombres famosos de su tiempo se congregaban allí para discutir temas generales y filosofía. Como resultado, ella era una persona bien informada, y su capacidad intelectual estaba bien afinada.
A los diecinueve años de edad, se casó con Samuel Wesley, un joven clérigo a quien se le llegó a considerar uno de los más finos eruditos de sus días. Formaron su hogar y empezaron juntos sus vidas. Poco tiempo después, Susana tuvo su primer hijo, al que le siguieron varios más. Desdichadamente sus esperanzas eran más grandes que sus posibilidades de modo que pasaron casi todos sus cincuenta años de vida matrimonial en medio de apuros económicos.

INFLUENCIAR A LOS INFLUYENTES

En aquellos días, las mujeres de la clase media no trabajaban fuera de su casa, no obstante, Susana tuvo un trabajo más que de tiempo completo. Se dedicó por entero al cuidado de su familia. Mantenía la casa, controlaba las finanzas (su marido era un pésimo administrador financiero) y supervisaba sus modestos esfuerzos campesinos. Aun cuando Samuel fue enviado por sus acreedores a prisión donde permaneció durante tres meses, ella no desmayó en su trabajo, el que realizó mientras seguía teniendo hijos, lo cual no era corriente en aquellos días. En veintiún años, trajo al mundo diecinueve hijos, diez de los cuales lograron sobrevivir.
A pesar de todo el trabajo que Susana Wesley realizaba para su familia, su tarea más importante era educarlos. Cada día, excepto los domingos, durante seis horas se dedicó a la instrucción moral e intelectual de sus tres varones y siete mujeres. Hizo de ese trabajo el objetivo de su vida.
Cuando estaba en los sesenta, su hijo John le pidió que le diera a conocer sus métodos escribiéndolos. Su respuesta fue:
No me gusta escribir sobre mi forma de enseñar. Creo que no serviría de mucho que alguien supiera cómo yo, que he vivido una vida de retiro por muchos años, empleé mi tiempo y cuidados en criar a mis hijos. Nadie puede, sin renunciar al mundo, en el sentido más literal, llevar a cabo mi método; y hay muy pocos, si es que hay alguien que pudiera dedicarse por entero durante los mejores veinte años de su vida a salvar el alma de sus hijos, la cual se cree que puede salvarse sin mucha dificultad; eso fue mi principal preocupación dijo ella.

Ella había realizado un increíble acto de entrega y, en el proceso, tuvo que dar mucho de sí, como ella misma dice, los mejores veinte años de su vida. Pero los resultados que se pueden ver en sus tres hijos hablan por sí solo. Charles fue un influyente clérigo y se le ha reconocido como uno de los más grandes escritores de himnos de todos los tiempos. Y a John se le atribuye el haber delineado el carácter de Inglaterra más que cualquiera otra persona en su generación. Su impacto en el Protestantismo sigue siendo notable.
Es probable que tú no puedas dar a tu familia el tiempo que le dio Susana Wesley a la suya. Pero qué importante es que des todo cuanto puedas a las personas que son importantes para ti. Y podrás hacer eso solo si aprendes a no preocuparte por ti. Dedica más atención a lo que puedes dar en lugar de a lo que puedes recibir, ya que dar es realmente el nivel más alto de vivir.
Despreocúpese de usted y comience a darse a los demás

Si una tendencia egoísta te está impidiendo despreocuparte de ti, examina tu actitud y decídete a hacer de las necesidades de los demás una prioridad en tu vida. Empieza haciéndote las siguientes preguntas diariamente, tanto al principio como al final de cada día:
• ¿A quién estoy beneficiando con mi vida?
• ¿A quién estoy ayudando que no puede devolverme el favor ayudándome?
• ¿A quién estoy levantando cuando no puede hacerlo por sí solo?
• ¿A quien estoy dando ánimo diariamente?

Si tú vas a actuar cada día con los intereses de los demás en tu mente, pronto vas a poder dar respuestas concretas y afirmativas a estas preguntas.

Entre en acción y reduzca su miedo

John Maxwell “el lado positivo del fracaso”
La acción verdaderamente puede cambiar nuestra forma de pensar y de vivir si agregamos el reducir el miedo al actuar
A VECES HASTA LOS MEJORES CAEN
Ha veces he oído de aquellas personas que nacieron echadas sal en vez de talco, pienso que algún momento escuche esas palabras directamente para mí; hoy me alegro de que no sea así porque existe tanta gente que ha llegado a la cima del éxito, entre comillas pero ha llegado a un punto en donde experimenta el fracaso y este se convierte en su miedo principal para seguir actuando.
Mucha gente sin éxito cae en el ciclo del miedo. Pero lo mismo ocurre con las personas altamente exitosas. Por ejemplo, cuando se observa la vida del compositor George Frederick Händel, se puede ver a una persona exitosa que se encontró en una situación de la que necesitaba desesperadamente salir.
Händel fue un músico prodigioso. Aunque su padre quería que estudiara leyes, él se dedicó a la música desde una edad muy temprana. A los diecisiete años, consiguió el puesto de organista en la catedral en Halle, su ciudad natal. Un año después, fue violinista y clavicembalista en la casa de la ópera del káiser en Hamburgo. Cuando tenía veintiún años, fue un virtuoso del teclado. Cuando empezó a componer, ganó inmediata fama y pronto fue nombrado director de la capilla de la corte del elector de Hanover (posteriormente rey Jorge I de Inglaterra). Cuando se mudó a Inglaterra, su renombre aumentó. Cuando tenía cuarenta años, ya era famoso mundialmente.

UN REVÉS DE LA FORTUNA
A pesar de su talento y fama, Händel enfrentó una considerable adversidad. La competencia con compositores ingleses sus rivales fue dura. El público era veleidoso (caprichoso) y a veces no acudía a sus presentaciones. Además de eso, fue víctima frecuente del cambio de los vientos políticos de esos tiempos. Varias veces se encontró sin un centavo en los bolsillos y al borde de la bancarrota. Era difícil para él dominar el dolor que le provocaban el rechazo y los fracasos, especialmente después de un pasado tan próximo y tan exitoso. Luego sus problemas se complicaron por el quebrantamiento de su salud. Sufrió un derrame que lo dejó con su brazo derecho sin movimiento lo que significó la pérdida del uso de cuatro dedos de su mano derecha. Aunque se recuperó, quedó abatido. En 1741, decidió que era el tiempo de retirarse, aun cuando solo tenía cincuenta y seis años. Se sentía desanimado, miserable y lleno de deudas. Creía que sus acreedores lo mandarían a prisión.
El 8 de abril de ese mismo año, ofreció lo que se interpretó como su concierto de despedida. Triste y lleno de autocompasión, se dio por vencido.

LA INSPIRACIÓN PARA SEGUIR ADELANTE
Pero en agosto de ese año, algo increíble ocurrió. Un amigo acaudalado llamado Charles Jennings visitó a Händel y le entregó un libreto basado en la vida de Cristo. La obra intrigó a Händel lo suficiente como para ponerlo en acción. Empezó a escribir. E inmediatamente se le abrieron las compuertas de la inspiración. Su ciclo de inactividad había sido roto.
Durante veintiún días, escribió casi sin parar. Luego pasó otros dos días trabajando en la orquestación. En veinticuatro días, completó el manuscrito de doscientos sesenta páginas. Llamó a esa obra El Mesías.
Hoy día, El Mesías de Händel es considerado una obra maestra y la culminación del trabajo del compositor. De hecho, Sir Newman Flower, uno de los biógrafos de Händel, dijo de la preparación de El Mesías: «Considerando la inmensidad de la obra y el corto tiempo que usó, quedará, quizás para siempre, como la más grande proeza en toda la historia de la composición musical».3
Cuando se han logrado vencer los dolores emocionales del fracaso, no importa mucho cuán buena o mala sea su historia personal. La única cosa que importa es que usted enfrentó a su miedo y logró ponerse en actividad. Haga eso y se estará dando la oportunidad de aprender cómo dar con el lado positivo del fracaso.
Entre en acción y reduzca su miedo
¿A qué objetivo esencial para su éxito teme enfrentar más en este momento? Escríbalo aquí:
La única forma de mantenerse avanzando es enfrentar el miedo y ponerse a caminar.
Anote a continuación todos sus miedos asociados con la actividad:
Examine su lista y acepte el hecho que usted tiene miedo. Decida qué primer paso puede dar para empezar a moverse en su intento de alcanzar tal objetivo. No importa si es pequeño o grande. Solo hágalo. Si fracasa, inténtelo de nuevo. Siga intentando dar el primer paso. Luego decida cuál es el siguiente paso.
Recuerde, es casi imposible poner en acción sus sentimientos. Póngase en acción usted y sus sentimientos seguirán su ejemplo. La única manera de vencer el miedo es entrando en acción
Enlace para escuchar la música de Handel
http://www.youtube.com/watch?v=JPaF5DGUfvI&feature=search

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